Ministros del área social reciben despachos con alta conflictividad
El ministro de Educación Universitaria, Pedro Calzadilla, viene de una gestión en Cultura que algunos califican de conciliadora
23 DE ABRIL 2013 - 12:01 AM
Los nuevos ministros del área social asumen sus gestiones con indicadores en contra y en momentos de alta conflictividad. La nueva ministra de Salud, Isabel Iturria, que viene de una gestión de varios años al frente del Cardiológico Infantil, tiene el reto de mejorar los indicadores de salud que están en picada desde hace varios años.
El epidemiólogo Oswaldo Godoy, integrante de la Red de Sociedades Científicas, dijo que de acuerdo con las cifras del Anuario de Epidemiología de 2010, y los datos del registro civil de nacimientos, las tasas de muertes de niños menores de 1 año y de mujeres al momento de dar a luz superan a las registradas hace 25 años: "Superó con creces la de 1990. Ese año la mortalidad materna era de 58,9 por cada 100.000 nacidos vivos, lo que equivale a 338 muertes. En 2010 aumentó a 69,6”.
La designación de Iturria rompe con una línea de seis años que imponía a militares al frente del despacho. Una de las principales labores que debe realizar la nueva ministra es presentar una auditoría del estado actual de los hospitales, CDI y ambulatorios. También debe presentar un balance de la situación epidemiológica del país, considera el ex ministro de Sanidad Rafael Orihuela, quien recuerda que para la fecha hay un plan “inconcluso de rehabilitación de hospitales”.
Conflictividad universitaria. El ministro de Educación Universitaria, Pedro Calzadilla, viene de una gestión en Cultura que algunos califican de conciliadora. Sin embargo, no tiene experiencia en un despacho con una alta conflictividad como el de Educación Universitaria. Asume su tarea en una época caracterizada por paros universitarios. En su agenda debe tener presente el diálogo entre estudiantes y profesores para buscar soluciones a conflictos no resueltos: la crisis presupuestaria, las contrataciones en el sector docente y la revisión de escalas, y las reivindicaciones estudiantiles que incluyen servicios médicos y becas.
Dante Rivas, nuevo ministro del Ambiente, es una de las figuras con mejor imagen del gobierno, luego de su exitosa gestión en el Saime. Tiene el reto de mejorar la gestión de agua, de acuerdo con lo que prometió el presidente Nicolás Maduro en cadena nacional, aunque su despacho confronta múltiples problemas, como la gestión de riesgos, en áreas del lago de Valencia y la inconclusa rehabilitación del Guaire, por ejemplo.
El biólogo Edgard Yerena, miembro de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, señala que es necesario que se transfieran competencias en materia ambiental a alcaldías y gobernaciones: “Venezuela necesita descentralización en materia de gestión ambiental porque el ministerio no se da abasto, ni tiene capacidad técnica”.
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