SEMANA SANTA 2013 | Los niños pueden bañarse en el río
Los Chorros fue uno de los parques más visitados en la capital
Guías de Inparques ofrecieron charlas sobre los fósiles de animales y las especies vegetales que posee el espacio.
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A los adultos no les está permitido bañarse en el pozo (Cortesía)
EL UNIVERSAL
lunes 1 de abril de 2013 12:42 PM
Desde una roca se lanza un niño y al caer quiebra la superficie del agua. El río fluye lento en el Parque Los Chorros, en el municipio Sucre, del estado Miranda, y es disfrutado sobre todo por los niños que aprovechan los pozos para chapotear un poco, reseña AVN.
"Para el Jueves Santo se contabilizaron 5.681 visitantes, el viernes también hubo gran afluencia del público, el sábado hubo un body paint", explicó la coordinadora del Parque, Deisy Gutierrez.
En Semana Santa, Los Chorros fue una de las opciones que mas disfrutaron los caraqueños sin ir muy lejos.
Además de las aguas del río, para los más pequeños hay un parquecito con toboganes y ruedas, pintacaritas y globomagia, y para el asueto reactivaron el paso a la segunda cascada para que en un espacio los niños puedan hacer rappel. Además, hubo actividades educativas.
Los recreadores en el parque instaron a los visitantes a que escribieran sus deseos ecológicos y los colgaran en las ramas de un pequeño árbol sin hojas para incentivar la conciencia ambientalista.
Por su parte, los guías de Instituto Nacional de Parques (Inparques) dieron breves charlas sobre fósiles de animales.
"Éste es un cráneo de un jaguar, éste es el cráneo de un caballo y éste es el caparazón de un morrocoy sabanero", explicaron.
Varias especies de plantas y árboles conviven en el parque, a lo largo del río se ven los bambúes, también se consiguen unas palmas que les dicen "cola e' pescao", así como otras como el riqui riqui, el platanillo, y el palo de la felicidad.
Los adultos tienen prohibido bañarse en el río, pero algunos meten los pies para acompañar a sus hijos y sentir la temperatura de esas aguas templadas que bajan del Warairarepano, otros prefieren conversar sentados a la orilla o tenderse sobre una toalla en el suelo.
"Es un parque muy relajante y fresco", escribió un usuario en una gran pantacarta con el tricolor nacional, en las puertas de Los Chorros, que llama a los visitantes a expresar sus impresiones.
También dieron talleres de reciclaje, y los recreadores enseñaron cómo reusar envases y botellas de plástico o transformarlas en adornos y muñecos, las conchas de la guama se convierten en móviles y los cartones de huevos en cocodrilos.
El parque cuenta con una fuente de soda y pequeños quiosquitos donde se expenden meriendas a precios solidarios.
"Para el Jueves Santo se contabilizaron 5.681 visitantes, el viernes también hubo gran afluencia del público, el sábado hubo un body paint", explicó la coordinadora del Parque, Deisy Gutierrez.
En Semana Santa, Los Chorros fue una de las opciones que mas disfrutaron los caraqueños sin ir muy lejos.
Además de las aguas del río, para los más pequeños hay un parquecito con toboganes y ruedas, pintacaritas y globomagia, y para el asueto reactivaron el paso a la segunda cascada para que en un espacio los niños puedan hacer rappel. Además, hubo actividades educativas.
Los recreadores en el parque instaron a los visitantes a que escribieran sus deseos ecológicos y los colgaran en las ramas de un pequeño árbol sin hojas para incentivar la conciencia ambientalista.
Por su parte, los guías de Instituto Nacional de Parques (Inparques) dieron breves charlas sobre fósiles de animales.
"Éste es un cráneo de un jaguar, éste es el cráneo de un caballo y éste es el caparazón de un morrocoy sabanero", explicaron.
Varias especies de plantas y árboles conviven en el parque, a lo largo del río se ven los bambúes, también se consiguen unas palmas que les dicen "cola e' pescao", así como otras como el riqui riqui, el platanillo, y el palo de la felicidad.
Los adultos tienen prohibido bañarse en el río, pero algunos meten los pies para acompañar a sus hijos y sentir la temperatura de esas aguas templadas que bajan del Warairarepano, otros prefieren conversar sentados a la orilla o tenderse sobre una toalla en el suelo.
"Es un parque muy relajante y fresco", escribió un usuario en una gran pantacarta con el tricolor nacional, en las puertas de Los Chorros, que llama a los visitantes a expresar sus impresiones.
También dieron talleres de reciclaje, y los recreadores enseñaron cómo reusar envases y botellas de plástico o transformarlas en adornos y muñecos, las conchas de la guama se convierten en móviles y los cartones de huevos en cocodrilos.
El parque cuenta con una fuente de soda y pequeños quiosquitos donde se expenden meriendas a precios solidarios.
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