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miércoles, mayo 29, 2013

Artículo de Sergio Antiullano: La Tarea

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Alejandro Álvarez Iragorry
Fecha: 29 de mayo de 2013 17:14
Asunto: [FOVEA:5075] Artículo de Sergio Antiullano: La Tarea
Para:

La Tarea
Sergio Antillano A.*
La tarea era hacer una vaca. Sobre una cartulina blanca, dibujarla, colorearla y colocarle alrededor ejemplos "de los productos que se obtienen de la vaca". Allí empezó todo.
En los apenas dos años de escolaridad que llevaba, ya me habían inculcado la vergüenza que produce que la vaca que dibujas no se parezca a una "de verdad". Eso que Picasso anhelaba  de "pintar como un niño", no tenía sentido para los maestros, porque en la escuela te enseñaban que uno pinta muy mal, cuando es niño.
 La dibujé y borré mil veces. El lomo era difícil y hasta con una regla lo tracé. Ni esperanza de lograr volumen. Siempre me quedaba como un rectángulo con manchas dentro y patas por fuera… y con una cabeza con cachos, muy mal dibujada…
Mi desespero logró conmover a mamá, que con cierto humor y mucha ternura me ayudó entre burlas a mis trazos y borrones de Mongol, con la infinita paciencia que ella tenía para este tipo de tragedias.  Seguramente  mi vaca no le pareció tan fatal como a mí, porque  en la cartulina sobrevivió casi todo lo que yo había dibujado y luego coloreado con Prismacolores, y la imagen final fue la que yo había hecho con leves ajustes en las patas y cabeza, gracias a la sabia mano de mi mamá.
Juntos, luego recortamos, armamos y pegamos "los productos que se obtienen de la vaca"…en 3D. Hicimos un  envase del cartón de litro de leche pasteurizada, de apenas tres centímetros. Ella hizo unos zapaticos de cuero miniatura, que aún conservo. Buscamos un peine muy pequeño que aparentaba ser de cacho de vaca y lo pegamos. A una cajita mínima le escribí "Mantequilla" y dibujé sobre la cartulina un pedazo de queso con huequitos, porque hacerlo tridimensional me fué imposible.
Al final, de la vaca en el centro de la cartulina, irradiaban unas líneas hechas con regla y creyón negro, que terminaba cada una en uno de los productos, que pegamos con cuidado y la esperanza de que no se cayeran. No podía enrollar la cartulina y debí llevar aquella vaca rodeada de sus productos a la vista de todos en el autobús del colegio Santa Mónica.
Esa tarea que recuerdo claramente después de tantos años y cuando todavía no me convencen las palabras de aliento de mamá sobre aquel lomo mal dibujado, resume la forma cómo aprendimos a no entender los animales. Esa vaca es toda la fauna y es la naturaleza que nos rodea. Y a esa vaca nos aproximamos desde la edad temprana, con la mirada utilitaria que provoca la arrogancia homocéntrica. La naturaleza es  para obtener productos; la vaca para dárnoslo todo, porque hasta sus huesos son usados para algo útil a las personas. Y en los modernos mataderos, su sangre y sus despojos son transformados en alimento para cerdos que luego serán también "beneficiados" en otro matadero.
La fauna, la vegetación, y todo aquello que conforma lo que los científicos llaman "la biota", está en el planeta Tierra desde antes que los seres humanos camináramos sobre nuestros dos pies. Llegaron primero. Y la razón de su existencia no es abastecernos. Todo lo que está vivo, y sus medios de soporte, el aire, el agua, los suelos, conforman un complejo entramado que sostiene la vida sobre la Tierra; eso que la moderna ecología entiende como  Ambiente. Esa palabra que lleva décadas tratando de hacerse entender, como algo que no es ajeno a nosotros, ni está en nuestro alrededor, sino que, a la inversa, somos parte de él; los más de siete mil millones de humanos somos una pequeña parte, y solo una parte, del Ambiente…
Lamentablemente, las personas somos esa parte del Ambiente que cree erróneamente que todo el Ambiente le pertenece, que el Planeta es su despensa, que está a su disposición, y que como propietario tiene el reto y el derecho de "conquistarlo" todo, consumirlo sin contemplación, ensuciarlo si quiere y utilizarlo, si nos place. Esa macabra y arrogante idea del Ambiente como botín, llevó a algunos, incluso, a pensar que Dios lo puso a nuestra disposición cuando ordenó "creced y multiplicaos".
De aquellas arcaicas y erradas enseñanzas nacieron los casi imborrables dogmas que priorizan al humano y justifican todo desmán utilitarista con el cuento de ser en beneficio de las personas.
La mala noticia llegó tarde. Recién nos enteramos que si destruyes el ambiente, si depredas la naturaleza, los humanos no podremos salvarnos y ni siquiera viviremos con bienestar. Porque al dañar un río, contaminar el suelo, envenenar el aire, agujerear la capa de Ozono, dañar las aguas, matar los árboles, segar los pantanos,  o exterminar una especie de fauna o de flora, nos estamos agrediendo a nosotros mismos, al sistema de soporte de nuestra propia existencia.
La preocupación que deriva de tal noticia, provocó que el 05 de Junio de cada año sea Día Mundial del Ambiente. Las naciones acordaron usar ese día para impulsar esfuerzos que ayuden a resarcir el daño, a cambiar el enfoque, a entender la palabra, y dibujar con imaginación la vaca. Porque tarde nos enteramos que la vaca no está allí únicamente para proveernos sino que ella tiene un valor intrínseco más allá de los "productos" que nuestro ingenio y tecnologías logran obtener de ella, más allá de nosotros.
Es hora entonces de aprender a dibujar la vaca de otra forma. Una tarea pendiente. 
*Planificador Ambiental. Ingeniero.
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Cristina Vaamonde Leáñez
Directora fundadora | AC Una Montaña de Gente UMDG
Miembro del Comité de Áreas Naturales Protegidas | Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales SVCN
Promotora del Sistema de Parques Nacionales de Venezuela
Directora del Observatorio Ambiental Venezolano
Presidenta de la Federación Ambientalista Internacional | Sede Caracas - Vzla
División Ambiente y DDHH | Fundación Neo Essentia
Miembro activo | AC Ciudadanos Verdes
Consejera Editorial de Ciencia y Ambiente | EL NACIONAL
Comité de Ambiente, Salud Integral y Alimentación del Consejo Educativo Escolar | EBN José Cortés Madariaga
Asesora de la Dirección de Cambio Climático de la Cruz Roja Venezolana
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