El cuadro no podía ser más desalentador. No ocurrieron desastres naturales, pero la desidia, las políticas públicas mal orientadas y peor aplicadas dejaron en el rostro de muchos varguenses una mueca de desconsuelo. Aún falta el agua... porque sobró el agua. Llovió mucho antes de Semana Santa, y luego el servicio que debe garantizar el vital líquido fue suspendido en gran parte del estado.
Además, hubo derrumbes y deslizamientos, colapso de vialidad, insuficiencia de servicios básicos. Historia que se repite.
Catia La Mar
Breve y "leve" ejemplo: como nos explicaba Derbys López, director de FUNDHEA, desde el relleno sanitario de Vargas, se desprenden los fluidos contaminantes denominados lixiviados, los cuales se vierten a la Quebrada de Los Cascabeles y, de allí, al Río Tacagua, cuyas aguas van directamente al litoral, esto es, a las aguas del mar en los predios del Hotel Puerto Viejo Resort, al Balneario de Catia La Mar y otras concurridas playas, calificadas como aptas. En nuestro artículo precedente explicábamos también este cuadro situacional.
Inventario triste
- Viaducto en riesgo.
- Imprudencia de los conductores.
- Cultura turística muy primitiva.
- Vialidad en mal estado.
- "Pañitos de agua caliente" y maquillaje vs solución estable y consolidada de problemática estructural.
- Falla en suministro del servicio de agua potable.
- Déficit en el tema de la recolección y disposición final de los desechos sólidos y aguas servidas.
- Lixiviados.
- Contaminación de acuíferos, ríos y mar.
- Capacitación no uniforme respecto a las operadoras y prestadores de servicios turísticos en general.
- Invasiones.
- Damnificados de 1999, 2005, 2008 y 2010.
- Abandono de obras.
- Destrucción y deterioro del patrimonio histórico.
- Riesgo, retroceso y presión antrópica siempre en aumento, sobre el patrimonio natural.
- Inseguridad.
- Entre otros indicadores que dan cuenta de cómo se halla nuestro querido y tan hermoso Estado Vargas, en la actualidad.
Vaya nuestro reconocimiento a los efectivos de los cuerpos policiales, Guardia Nacional, Protección Civil, Bomberos Náuticos y voluntarios, junto a la gente común y consciente, quienes nunca faltan. A sabiendas de que, simple y llanamente, ¡necesitamos ser más y mejores!
Unas palabras más
¿Qué habrá que hacer para alivianar la cruz que carga todo varguense y todo venezolano, debido a la mala administración y las gestiones débiles o complacientes, alejadas de un verdadero amor y una real búsqueda de respeto y protección de la vida, de garantía de prosperidad y paz para nuestro litoral?
Continuará
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