Agua ¿¿¿pura???

Cualquiera pensaría que, a casi 2765 msnm, prácticamente en lo más alto de la Cordillera Central de la Costa, vamos a encontrar agua de la más pura, al menos en cuanto a la ausencia de coliformes fecales se refiere, tratándose del Manantial Stolk, muy próximo al Anfiteatro del Pico Naiguatá, en nuestro Parque Nacional El Ávila (Venezuela).

Fotografía cortesía de Helios Zapata
2011

Amig@s, por ahora quedaremos debiéndoles las imágenes documentales y sinceramente no querríamos mostrárselas. Lo más que podemos hacer es recomendarles llevar siempre las pastillas potabilizadoras y abstenerse de beber estas aguas supuestamente puras sin haberlas tratado previamente, porque...

1° Algunos campistas, resultando ser en realidad personas totalmente inescrupulosas, durante el transcurso de sus excursiones, visitas y/o acampadas no nada más friegan o lavan los platos, ollas y demás trastos sucios de restos de comida (por cierto frecuentemente con gran cantidad de grasa que pretenden quitar con detergentes muy contaminantes -lavaplatos común-) DENTRO de la pila en la que se deposita el agua del Manantial Stolk, que luego sale por la tubería..., esa preciosa agua emanada de esta fuente en la cual much@s aspiramos a reabastecernos del pristino y vital líquido...

2° También constatamos, estupefactos, que estas gentes aparentemente civilizadas se bañan DENTRO de este receptáculo que definiríamos como intocable y, ahora, sabemos efectiva y horriblemente vulnerado. Champú y jabón de tocador añadidos. ¡Como si se tratase de una bañera, tina, batea o ponchera...!

3° Pudimos observar directamente, a simple vista, en algunos pozos muy próximos, lombrices intestinales vivas, sí, parásitos, señoras y señores, provenientes de las deposiciones humanas, de las heces fecales expulsadas de las entrañas de personas que se dicen y jactan de excursionistas, senderistas, turistas ambientalmente responsables, y a todas luces no tienen la menor idea de cómo proceder en estos sagrados ambientes naturales. De hecho, hemos notado que cada vez es más frecuente toparse con excrementos humanos, orine, y hasta toallas sanitarias y papel "higiénico" USADOS (además de medias y otras prendas de vestir empleadas a falta de aquel, ante la apremiante necesidad fisiológica), no solo en los recovecos del bosque sino también ¡en medio de los senderos!, a cualquier altitud, sean zonas frecuente o escasamente transitadas...

Créanlo o no.

Fotografía cortesía de Helios Zapata

2011

Volviendo al agua: si lo descrito sucede bien alto, muy arriba, en las cumbres de nuestra amada montaña, ¿¿¿qué quedará para las pozas y quebradas de más abajo??? ¿¿¿Qué no encontraríamos tras efectuar análisis microscópicos de distintas muestras de agua de ciertos lugares de El Ávila??? Ay...

Caray, qué descaro: esta misma gente después se queja y pega el grito en el cielo al enterarse y comentar con su cara muy lavada (¿¿¿limpia???) las cosas gravísimas que suceden en la Cuenca del Lago de Valencia, en Camatagua y La Mariposa, el Tuy y el Guaire, el lago de Maracaibo, el Orinoco y el Caroní, el Caño Mánamo... y un fluido, contaminado y lamentablemente largo etcétera.


Cristi
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